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Presentación
Nuestra medicina está enferma pretende, desde un punto de vista médico y no político, hacer una radiografía del estado actual del sistema de salud en México —porque es un hecho que se encuentra muy enfermo—, con el fin de generar propuestas a partir de los que nos encontramos en la trinchera todos los días, ya que no basta con que cada uno de los profesionistas vea tan sólo por sí mismo; no es momento de continuar reflexionando sobre lo obvio mientras el paciente muere, sino de actuar por el bien común llamado México, es decir, ¡por nosotros mismos!
Nuestra medicina padece falla orgánica múltiple, es decir, cuando un órgano falla y no se trata, esto lleva a la falla de otro y de otro, lo que pone al paciente en estado grave y cada vez más difícil de recuperarse. Cuando se presenta falla orgánica múltiple, entonces se hace indispensable antes que nada ¡reconocer que se encuentra grave!, de lo contrario morirá pensando todos que tan sólo tenía un resfriado. El reconocimiento de la gravedad es obvio, ya que sus signos vitales, que sólo son tres, comienzan a descender y hacen que ese gran organismo se muestre muy mal, al grado de que cualquier persona sin estudios en medicina es capaz de percatarse de la gravedad, ya que ¡el paciente se muestra pálido, con disminución del estado de conciencia y es incapaz hasta de hablar! Una vez reconocido se debe activar un código de emergencia para que más personal con estudios en medicina se entere de la gravedad y acuda cada uno de ellos a aportar sus conocimientos en cada área para juntos trasladar al paciente a una unidad de terapia intensiva; mientras tanto, es indispensable que durante el traslado se proporcionen medidas básicas de soporte, de lo contrario el paciente puede morir. La activación de dicho código es indispensable, ya que poco podrá hacer una sola persona ante un paciente tan grave, a la vez que es importante que a dicho código asistan individuos con conocimiento y experiencia en medicina. La activación del código de emergencia alerta, a su vez, al personal de la terapia intensiva que recibirá al paciente, para que a su llegada se tenga preparado un ventilador, un monitor, etc., con el fin de intentar mantener los signos vitales; en seguida se hace indispensable la adecuada integración de un diagnóstico, de lo contrario se darán tratamientos “a ciegas” o “incorrectos” o “insuficientes” que sólo retrasarán o empeorarán la condición del paciente, y en estos casos empeorar significa morir.
Si usted piensa que nuestra medicina se encuentra con falla orgánica múltiple, entonces a lo mejor le interesa leer este libro, ya que no hay peor paciente que el que no se ha querido dar cuenta de que lo está. Es momento de planear y actuar en equipo con los aún conscientes para sacar adelante a nuestro paciente, es decir, con “vida”. El presente texto intentará, entonces, ser un código de emergencia —porque la gravedad es obvia para todos—, a la vez que se formulan propuestas para que como mexicano puedas tener una mejor infraestructura material y humana al momento de enfermar.
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