Cerebro al límite. Hasta ahora llamado disautonomía

Descripción

Presentación

Aun en nuestros días, después de grandes avances científicos en todas las áreas, persisten enormes terrenos de suma importancia sin explorar y, por lo mismo, una sobrellevada ignorancia en temas y reglas tan esenciales como es nuestro cada vez más enfermo ser y vivir. Pareciera que en la escalera del descubrimiento varios escalones fundamentales han sido ignorados, pareciera que aún en nuestros días la importancia de continuar descubriendo e innovando se centra en limitados temas no necesariamente relacionados con nuestra forma de vivir, sino de prolongar vidas no siempre plenas, y en tecnologías que en apariencia facilitan los quehaceres diarios, pero no necesariamente nuestro sentir, y mucho menos la verdadera salud, entendida como el bienestar físico, psíquico y social. De manera paradójica, los avances científicos no han logrado que las personas alcancen la salud en áreas fundamentales, sino que, por el contrario, se ha generado que en muchas poblaciones la prolongación de la vida continúe acompañándose de molestias que disminuyen la calidad de la misma, ante la enorme ignorancia de no saber siempre interpretar los malestares.

Las diferencias socioeconómicas y de desarrollo entre los países generan grandes diferencias en la calidad de vida, pero ninguno ha logrado aún mejorarla en los temas relacionados con las alteraciones funcionales que se presentan en los organismos con un “cerebro al límite”, los que cursan con molestias a lo largo de toda la vida, con una disminución de la calidad de vida y serias alteraciones en los seres que con ellos se relacionan.

Dichas alteraciones funcionales han sido nombradas de muy distintas maneras a través del tiempo, pero siempre de manera segmentaria ante la ausencia de una visión integral del ser humano, quizá como consecuencia de las múltiples y a la vez limitadas especialidades médicas. Dichas alteraciones funcionales se pueden presentar con diagnósticos parciales y, por lo tanto, con tratamientos incompletos, como migraña, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, colitis nerviosa, síncope neurocardiogénico, intolerancia ortostática, reacción vasovagal, taquicardia postural ortostática y la llamada disautonomía, que en sus formas más ignorantes se conoce como histeria, somatización o hipocondriasis. Los síntomas crónicos e intermitentes de dichas alteraciones funcionales pueden consistir, dentro de una gran gama de ellas, en cansancio, periodos de mareo, dolores de cabeza, desmayos, sudoración, palpitaciones, sensación de falta de aire, alteraciones del sueño, alteraciones abdominales —distensión, constipación, agruras, etc.— y las conocidas manifestaciones de los síndromes anímicos, como depresión, ansiedad o ataques de pánico.

El presente texto se encuentra dirigido a la población no médica, por lo que se intenta aquí, a través del vocabulario más sencillo posible, simplificar los complejos mecanismos que suceden en los cada vez más frecuentes pacientes con un “cerebro al límite” y las teorías acerca de lo que hoy se propone llamar “síndrome de respuesta disfuncional” (REDIS), con el objetivo de proporcionarle a la población la respuesta tan buscada tras innumerables visitas médicas, múltiples estudios médicos, medicinas alternativas, etc., sin lograr obtener un diagnóstico y, por lo mismo, un adecuado control de las molestias.

Probablemente, un “cerebro al límite” y su manifestación orgánica, que podría quizá llamarse de una manera más adecuada como REDIS, representen desde un punto de vista “integral” del ser humano la primera entidad con una clara relación entre lo que se siente, las emociones, el cerebro, la conducta y las dolencias físicas, un síndrome quizá mucho más amplio de entender que la hoy aún tan limitada entidad llamada disautonomía.

Pareciera a la vez indispensable que todos los profesionales que, de una u otra manera se dedican al cuidado de la salud, logren abatir lo que se ha llamado el “síndrome del tercer mundo”, caracterizado por la ausencia de una apertura ante las nuevas ideas, la ausencia de actualización, el nulo apoyo a la investigación y, en consecuencia, el subdesarrollo. Es necesario, entonces, abrir las fronteras y permitir el libre flujo de ideas que incrementen el conocimiento para beneficio de la población y no esperar más de una década para que el razonamiento de lo actual quepa en la mayoría para realizar los avances que hoy la sociedad exige en relación con una mejor calidad de vida.

Invitamos a realizar un viaje a través de las complejas formas en que podrían relacionarse la psique y el organismo, en lo que he llamado un “cerebro al límite” de sus emociones y la manera en la que éstas se manifiestan en el organismo a través del REDIS, hasta ahora llamado disautonomía, considerando que gran parte del contenido de este texto no implica más que teorías y conclusiones prácticas a las que he llegado y que hoy compartimos con ustedes, esperando que sean de gran ayuda.

Contenido

Introducción

1. Generalidades del cerebro y del cuerpo en relación con el síndrome de respuesta disfuncional
2. Síntomas en el síndrome de respuesta disfuncional
3. Teorías y propuestas acerca del síndrome de respuesta disfuncional
4. ¿Cómo se establece el diagnóstico del síndrome de respuesta disfuncional?
5. Evolución de la llamada disautonomía
6. Opciones de tratamiento del síndrome de respuesta disfuncional
7. Implicaciones del síndrome de respuesta disfuncional en el mundo actual

Referencias